El Nacional em 29/11/2016
El objetivo del proyecto es enviar una sonda hasta la órbita lunar, a 384 mil 400 kilómetros de la Tierra, desde donde recogería datos sobre la superficie lunar y conduciría experimentos científicos pioneros con microbios, moléculas y células humanas.
Brasil planea lanzar en diciembre de 2020 su primera misión a la Luna con un nanosatélite que orbitará el astro para investigar los efectos del ambiente espacial en diferentes formas de vida, según un proyecto presentado hoy por investigadores de la Universidad de Sao Paulo (USP).
Se trata del proyecto Garatéa-L, que reúne a varias de las principales instituciones brasileñas de investigación espacial y tiene un costo de 35 millones de reales (unos 10,3 millones de dólares), informó la universidad más prestigiosa de Brasil en su página en Internet.
El objetivo del proyecto es enviar una sonda hasta la órbita lunar, a 384 mil 400 kilómetros de la Tierra, desde donde recogería datos sobre la superficie lunar y conduciría experimentos científicos pioneros con microbios, moléculas y células humanas.
La iniciativa fue presentada por su principal coordinador, el ingeniero espacial Lucas Fonseca, fundador de la empresa Airvantis, en un evento en la Escuela de Ingeniería de Sao Carlos de la USP.
“La idea es que podamos beneficiarnos de la reciente revolución de los nanosatélites, más conocidos como cubesats, para colocar a Brasil en el mapa de la exploración interplanetaria”, según Fonseca, un investigador de la USP que trabajó en la Agencia Espacial Europea y colaboró en la misión Rosetta, que en 2014 consiguió posar una sonda en el cometa 67P.
Fonseca reunió en la misión a entidades como el Instituto Nacional de Estudios Espaciales (Inpe), el Instituto Tecnológico de la Aeronáutica de la USP, el Laboratorio Nacional de Luz Sincrotron y el Instituto de Tecnología de la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Sul.
Estas instituciones ya trabajan en la recaudación de fondos para financiar el proyecto y contar con la sonda construida en septiembre de 2019, cuando se conmemoran los primeros 50 años de la llegada del hombre a la Luna.
El nanosatélite sería enviado a bordo del cohete indio PSLV-C11, que ya mandó con éxito una misión a la Luna en 2008 (Chandrayaan-1).
El lanzamiento sería realizado por dos empresas británicas y en asociación con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial de Reino Unido (UK Space Agency), que en el mismo vuelo enviarían el Pathfinder, la primera misión al espacio profundo de carácter comercial.
Las agencias europeas planean colocar en la órbita lunar diversos nanosatélites, entre ellos el brasileño, con el apoyo de una nave, que también se encargaría de garantizar las comunicaciones con la Tierra.
“Es una oportunidad única de trabajar con los europeos en un proyecto que puede elevar las ambiciones de Brasil a otro nivel”, asegura Fonseca.
El proyecto fue bautizado Garatéa, que en lengua tupí-guaraní significa “busca vidas”, debido a que su principal objetivo es estudiar los efectos que sufrirán diversas colonias de microorganismos vivos, moléculas y células humanas que estarán a bordo del satélite y serán expuestas a radiación cósmica por varios meses.
Este experimento es coordinado por investigadores del Laboratorio Nacional de Luz Sincrotron y del Instituto de Química de la USP.
También será embarcado en el satélite un instrumento para medir los niveles de radiación en la órbita lunar, cuyo resultado es de interés para futuras misiones tripuladas de larga duración que se dirijan a la Luna.